martes, 24 de enero de 2012

Este trabajo para todos vosotros: los pasados, los presentes y los futuros

Hola Ramonautas.
La entrada de hoy un poquito mas especial pues es un trabajo de los mil que nos mandan hacer en la Uni de los Magis.
Espero que os guste, ahí va.


MI LUGAR IDEAL EN LA CIUDAD DE HUESCA.

El lugar que yo escogería como “ideal” en la ciudad de Huesca sería El Colegio Mayor Universitario Ramón Acín, perteneciente a la Universidad de Zaragoza. Este Colegio abrió sus puertas a los primeros colegiales el día 1 de octubre de 1987, con 125 colegiales. Está situado en el corazón del conjunto histórico-artístico de la ciudad, junto a la Catedral, el Ayuntamiento y el Museo, y muy cerca de los centros universitarios ubicados en el casco urbano de la ciudad. Todo esto hace que su entorno sea muy tranquilo y agradable.

 Al lado de la residencia podemos encontrar el parque universitario, un lugar idóneo para hacer ejercicio o salir a tomar el aire después de una tarde de estudio…

La residencia dispone de 125 plazas de colegiales, una cantidad justa para poder conocernos  todos sus ocupantes, aunque siempre serán más allegados a ti los colegiales que vivan mas cerca de tu habitación, en tu “pasillo”, debido a que compartes inevitablemente espacios, salas de estudios, baños, y momentos del día a día, está claro que  todo esto une. Los integrantes de cada pasillo son un grupo de amigos, yo vivo en el 400 y creo que es el mejor pasillo en el que se puede estar, además del de mi casa.

En el colegio podemos encontrar tanto habitaciones individuales como compartidas, el tamaño de éstas es diferente según la zona en la que se encuentre. Las habitaciones del pasillo de las 300 son más grandes, las de las 400 que son las mas pequeñas de toda la residencia, pero no importa, así estamos más apretaditos. Las habitaciones de las esquinas son más grandes debido a los ajustes del plano.

Hablando desde un punto de vista arquitectónico he de señalar que se echa de menos una rampa de acceso al edificio, en estos momentos se sube una escalinata. También debería de tener un ascensor para suprimir las barreras arquitectónicas y dar cabida a estudiantes con ciertas discapacidades discapacidades físicas.

En éste lugar me siento a gusto, los colegiales, siempre están dispuestos a echarte una mano, o una sonrisa cuando te cruzas con ellos por los pasillos, haciéndote sentir como en casa. El gran tamaño de este edificio no impide que seamos una gran familia y que una se sienta como en una gran casa, por ello mis días de estudiante universitaria pasan de modo muy agradable, divertido, entretenido. Es un lugar en el que jamás te sientes sola y en el que siempre encuentras alguien que pueda echarte una mano en momentos de dificultades, aquí menciono tanto a los estudiantes como a los trabajadores del Colegio, todos ellos, personal de administración, recepción, dirección y limpieza tienen un trato esmerado con los estudiantes.

Los subdirectores, estudiantes responsables del bienestar de los ocupantes de cada pasillo, siempre están dispuestos a organizar fiestas y comidas para la socialización e integración de todas las personas que viven en la residencia.  De este modo se mejora la convivencia y por ello, la sensación de bienestar de sus integrantes, compactándolos como un gran grupo, como una gran la familia.

En esta residencia tenemos tiempo para estudiar y también para pasarlo bien, es cuestión de distribuir la las horas de la jornada diaria. Por ello, es importante aprovechar la tarde de estudio y dejar un ratito después de cenar para pasear por los pasillos y pasar un rato con nuestros amigos del Colegio. Esta es la característica principal del Ramón Acin, “su buen ambiente”.

Vivo en Tauste, localidad que dista de Zaragoza unos 45 Km. Y hace tres años tuve la gran suerte de ser invitada por un amigo a pasar un par de días en el Colegio Ramón Acin, entonces pude apreciar la buena relación de todos los compañeros, la unidad del grupo y sobre todo el orgullo de cada uno de ellos de pertenecer a ese Colegio. Desde ese momento supe que tenía que estudiar en Huesca y debía pasar mi vida de universitaria alojada en ese Colegio. Fue muy importante para mí el día en que me admitieron, había conseguido mi objetivo. Ahora vivo aquí, mi sueño se ha hecho realidad, pertenezco a esta gran familia de la que me enorgullezco y a la que perteneceré siempre, como cada uno de los que ya se han marchado, pero que han dejado sus vivencias entre estas paredes, que son especiales por su ubicación, por el contexto cultural en el que se encuentran, pero sobre todo, por cada uno de sus ocupantes, los del pasado, los del presente y los del futuro.

 Éste es mi lugar ideal en Huesca, ¿Y el tuyo?
¡Espero vuestros comentarios!